Una verdad que necesita ser revisada en nuestras mentes, es de que solo para el «ministerio» se necesita la ayuda, poder y unción del Espíritu Santo.
Nada más lejos de la verdad. Para atender a mis hijos, para manejar el carro, para diseñar, para cocinar, para hablar con otra persona, en fin para la vida: TODO CRISTIANO NECESITA DEL ESPÍRITU SANTO.
Eso es lo que hace la diferencia entre un creyente y un no creyente. Esa debe ser la diferenciación que debemos tener con el mundo.
Pero cometemos el error de solo invocar la ayuda del Espíritu solo cuando tenemos problemas en algunas de nuestras areas de vida. Graso error!!
Deberíamos hacer el ejercicio que esta para hacer la comprar en el Supermercado pidamos la asistencia y dirección del Espíritu Santo. Pienso que es la manera más practica de enseñar el negarnos a nosotros mismos. A nuestras «decisiones» que tomamos día a día.
¿Deben todas mis decisiones ser consultadas? Sí y No. Hay decisiones que no deben ser consultadas con Dios, por ejemplo: Perdonar, mostrar misericordia al enemigo, amar al prójimo, etc. Esas asignaciones claves que claramente la Biblia dictamina como debo comportarme. Para esas cosas no debo orar por dirección, pues ya la dirección ha sido dada. Y aun obedeciendo estas directrices, nos estamos sometiendo a la voluntad absoluta y soberana de Dios.
Tu necesitas al Espíritu Santo, Yo lo necesito también todos los días. No es para pastores o líderes o predicadores o misioneros… ES PARA EL CREYENTE para por todos lados la fragancia de la Gracia Divina se esparza y muchos glorifiquen a Dios.
El frente de batalla del evangelio no está en el púlpito de las iglesias, es en el día a día de los creyentes (sea cual sea su labor, trabajo o responsabilidad) que han decidido rendir sus vidas, dones y talentos al Señorío de Cristo y guianza del Espíritu Santo.
Escrito por Jehiel Ortiz para Escojo la Cruz˙™ | Marzo 2017
jehielortiz.wordpress.com 